
Hoy os traigo una de mis recetas imprescindibles en casa, el tomate frito casero, probablemente, la receta más fácil del mundo, pero que marca tanto la diferencia con el tomate frito que podemos comprar ya hecho… vamos, que no hay color.
Además, una vez preparéis vuestro tomate frito casero, no querréis probar otro, os lo aseguro. Y, lo mejor, es que tiene tantos usos… al final os dejo algunas ideas.
Para prepararlo, os recomiendo que recurráis a un tomate bien maduro, para que no sea ácido; a mí, personalmente, me gusta mucho utilizar el tomate pera ya que es muy jugoso y poco ácido y, en temporada de tomate, aprovecho para prepararlo con tomates bien maduros, ya que con estos muchas veces no hace falta ni azúcar.
Ingredientes
- 1 kg de tomates maduros
- 2 cebollas
- Aceite de oliva virgen extra
- Azúcar moreno (si el tomate no es muy maduro, para restarle acidez)
- Sal
- Pimienta blanca
- Orégano
- Nuez moscada
- Albahaca
- Tomillo
Elaboración
- Cortar la cebolla en dados
- Rallar los tomates
- Salpimentar la cebolla y pochar a fuego bajo con un poco de aceite
- Una vez se haya pochado la cebolla, añadir el tomate triturado y sofreír durante 30 minutos aproximadamente, a fuego bajo-medio.
- Pasar por el pasapuré el tomate, para que no queden grumos y conseguir una salsa homogénea
- Volver a sofreír el tomate y añadirle las especias al gusto. Poco a poco hay que ir añadiéndole azúcar; la cantidad dependerá de los tomates, así que lo mejor es ir probándola cada vez que le echemos azúcar. Habrá que sofreír durante 20 minutos más aproximadamente.

¡Espero que os animéis a probarlo y que os guste!
Aquí te dejo algunas ideas de recetas con este delicioso tomate frito, pero seguro que se os ocurren muchísimas más.
Esperamos impacientemente las nuevas recetas!