Quiche improvisada y cómo superé mi aversión por los cheesecake

Ya estoy de nuevo de vuelta por aquí, esta vez con otra receta salada, una quiche de espinacas y queso.
Esta receta fue totalmente improvisada, ya que tenía unas espinacas en la nevera que se estaban poniendo feas y que tenía que gastar ya, así estuve pensando en recetas para gastarlas y pensé en una quiche que hacía muchísimo que no hacía.
Me encantan las quiche, de hecho tengo varias recetas es en el Blog, os dejo por aquí y aquí las otras. Me parece una receta sencillísima de hacer y el resultado es buenísimo. Además si sois amantes del queso ¡es un imprescindible si no la habéis probado!
Se trata de una receta de origen francés de la zona de Lorena, que en origen no llevaba queso, de hecho sus ingredientes eran solo la nata, el huevo y una pasta brisa; pero con los años se ha ido extendiendo su receta y han aparecido mil variaciones.
Yo siempre le pongo queso, de uno u otro tipo, y me gusta más hacerla con hojaldre porque con la masa brisa me parece que queda muy dura, pero eso ya va a gustos
En esta ocasión quise hacer una receta solo vegetariana, pero creo que le hubiera quedado muy bien ponerle un poco de panceta bien crujiente o algún fruto seco, como piñones; tendré que volver a hacerla y probarlo.
La verdad es que la base de esta receta (hojaldre, huevos y nata) admite muchísimas opciones posibles, de hecho estoy pensando que incluso podría hacerse una dulce… vaya idea se me está ocurriendo mientras escribo, esto acaba en receta fijo.
Por cierto, hablando de recetas, ya probé la cheesecake que os comentaba en el anterior post, la de cheesecake japonés y creo que oficialmente le he puesto fin a mi aversión por los cheesecakes, no sabéis lo buena que quedó… de verdad, una maravilla; aunque viniendo la receta de dónde venía el resultado no podría ser malo. No sé si os interesaría que compartiera la receta, teniendo en cuenta que la hecho siguiendo otras recetas, pero si os interesa decídmelo por aquí y la comparto en otro post.
Ingredientes
- 160 gr de queso emmental rallado
- 90 gr de queso azul
- 4 huevos
- 400 ml de nata
- 200 gr de espinacas frescas
- sal
- Pimienta negra
- Pimentón dulce
- Pimentón picante
- 1 placa de hojaldre (sin gluten)

Elaboración
- Lo primero que haremos es precalentar el horno a 175 grados arriba y abajo.
- Después, trocearemos un poco el queso azul para poder repartirlo bien por toda la quiche.
- Lavamos bien las espinacas y las secamos bien con un paño o un trapo de cocina. Si las utilizáis congeladas, mirar de sacarlas un poco antes de hacerlas, para que se descongelen y ya está, no hace falta que las lavéis , simplemente, intentad que no queden muy húmedas.
- Troceamos las espinacas en trozos pequeños, para que nos sean fáciles de repartir; con cortarlas un poco es suficiente.
- Batimos los huevos y añadimos la nata, los quesos y las espinacas y mezclamos bien.
- Salpimentamos la mezcla al gusto, a mi me gusta ponerle un puntito de pimentón picante porque le da un poco de gracia, pero si no os gusta el picante lo podéis obviar.
- Preparamos el molde para el horno, para ello, ponemos un poco de spray antiadherente o mantequilla untada y con papel para horno encima.
- Extendemos la base de hojaldre sobre el molde. La base tiene que subir por los laterales del molde y, pinchamos la base con un tenedor para que no se hinche mucho.
- Rellenamos el hojaldre que hemos preparado con la mezcla y horneamos durante unos 35 minutos aproximadamente o hasta que veáis que la superficie se comienza a dorar.
Una vez hecha, dejar templar un poco antes de hincarle el diente; aunque tengo que deciros que es una receta que mejora con el paso de las horas y si la tomais un dia después de hacerla está mucho más rica.

¡Espero que os guste y os animéis a probarla!
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