
Ya estoy de vuelta, esta semana con una nueva receta salada y una nueva versión de uno de mis platos favoritos, una quiche de espárragos y maíz.
Si me seguís hace tiempo, ya habréis visto que una de mis pasiones son las quiche, ya que he preparado multitud de versiones, para que os hagáis una idea…
Pero, no creáis que la cosa se queda ahí…que mi obsesión ha llegado hasta las quiche dulces…

Si os interesa esta quiche, hacédmelo saber que os comparto la receta en breve.
Pero no me voy a ir de lo que nos concierne hoy que es esta deliciosa quiche de espárragos y maíz, que le da un toque dulzón delicioso, que seguro que os fascinará.
Si le queréis además dar un toque más salado, os recomiendo que le añadáis un poco de beicon, que también he probado a prepararla así y queda muy rica.
Y, como siempre os digo con esta receta, no dudéis en añadirle nuevos ingredientes, porque acepta casi cualquier cosa, ya veréis que os encantará.

Ingredientes
- 320 gr de espárragos trigueros (contra menos gruesos mejor)
- 100 gr de maiz hervido (podéis utilizar uno preparado como éste)
- 200 gr de queso emmental rallado
- 4 huevos
- 400 ml de nata
- sal
- Pimienta negra
- Pimentón dulce
- Pimentón picante
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 placa de hojaldre
Elaboración
- Lo primero que haremos es precalentar el horno a 175 grados arriba y abajo.
- Lavamos bien los espárragos y cortamos el extremo más duro.
- La mitad de los espárragos los dejamos sin cortar para decorar por encima y la otra mitad los cortamos en trozos pequeños
- En una sartén, salteamos los espárragos, por un lado los enteros y por otro los cortados, con un poco de aceite, para que se nos ablanden y doren un poco y reservamos
- Batimos los huevos y añadimos la nata, el queso, los espárragos (menos los que hemos dejado sin cortar) y mezclamos bien.
- Salpimentamos la mezcla al gusto, a mi me gusta ponerle un puntito de pimentón picante porque le da un poco de gracia, pero si no os gusta el picante lo podéis obviar.
- Decoramos la quiche por encima con los espárragos que habíamos dejado sin trocear
- Preparamos el molde para el horno, para ello, ponemos un poco de spray antiadherente o mantequilla untada y con papel para horno encima.
- Extendemos la base de hojaldre sobre el molde. La base tiene que subir por los laterales del molde y, pinchamos la base con un tenedor para que no se hinche mucho.
- Rellenamos el hojaldre que hemos preparado con la mezcla y horneamos durante unos 35 minutos aproximadamente o hasta que veáis que la superficie se comienza a dorar.
Una vez hecha, dejar templar un poco antes de hincarle el diente; aunque tengo que deciros que es una receta que mejora con el paso de las horas y si la tomais un dia después de hacerla está mucho más rica.

¡Espero que os guste y os animéis a probarla!
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