¡Buenos días y bienvenido Noviembre! Aunque con este tiempo y estas temperaturas cualquiera lo diría… porque, al menos nosotros, hemos disfrutado este puente de un tiempo digno de finales de verano.
Hoy os traigo una receta de mi adorada cocina italiana, y es que me encanta la comida italiana en general y siempre que voy disfruto muchísimo probando nuevas recetas o las clásicas y es que en Italia, en tema culinario, me siento como en casa.
Todo esto no os habrá pasado desapercibido en el blog, porque tengo unas cuantas recetas que se podrían considerar típicas italianas, pero tenía una espina clavadita por no haber incluido una de mis favoritas, la pasta carbonara. Pero no cualquier carbonara, por favor, dejar en la nevera la nata líquida, os lo pido; se trata de la carbonara hecha solo con base de huevo, panceta y parmesano.
La verdad, es que la mejor carbonara que he probado la probé en un restaurante pequeñito al que fuimos por casualidad en Trastevere, sin dudas uno de los barrios donde perderte para comer en Roma. Dijo la mejor porque es que me acuerdo de esta receta y sólo puedo pensar en aquel sitio, y en como una receta con tan pocos ingredientes y tan rápida puede estar tan rica, mmmm
En esta receta es realmente importante que utilicemos los ingredientes indicados, ya que sino el resultado cambia mucho, con esto quiero decir que no me pongáis beicon ahumado ni queso curado ¡por favor! Si respetáis eso, seguro que os sale riquísima.
INGREDIENTES (para 2 personas)
v 250 gr de tallarines
v 70 gr de panceta
v 70 gr de parmesano
v 3 claras y 4 yemas
v 1 diente de ajo
v Sal
v Pimienta negra
ELABORACIÓN
1) Para comenzar pondremos a hervir agua en una olla para la pasta
2) Mientras comienza a hervir el agua, picamos el ajo y cortamos la panceta en trozos pequeños.
3) Rallamos el parmesano
4) En una sartén a fuego medio freímos el ajo hasta que coja un poco de color y entonces añadimos la panceta y subimos un poco la fuerza del fogón par
a que se vaya friendo hasta que nos quedé crujiente, momento en el que retiramos del fuego
a que se vaya friendo hasta que nos quedé crujiente, momento en el que retiramos del fuego
5) Si el agua ya hierve, introducimos la pasta y una pizca de sal y hervimos el tiempo indicado en el envase
6) Batimos las yemas y las claras y ponemos pimienta negra; a mi me gusta ponerle bastante, pero eso a vuestro gusto. Yo nunca le pongo más sal, ya que con la que lleva la pasta, la panceta y el queso me parece suficiente, pero si os gusta más salado podéis ponerle un poco
7) Una vez batidas las yemas y las claras le añadimos la panceta frita y el queso parmesano, pero reservamos un poco para decorar en el último momento
8) Una vez tengamos la pasta lista la colamos y, aquí muy importante, reservamos la olla en la que hemos hervido la pasta, sin agua. Volvemos a poner la pasta colada en la olla y le tiramos por encima los huevos con la panceta y mezclamos bien, hasta que comiencen a cuajar los huevos; si se os ha enfriado un poco la olla, podéis ponerla de nuevo al fuego, pero con cuidado de que no se cuajen del todo los huevos, ya que lo que queremos es que nos quede una salsa. Lo más complicado, es quizás encontrar el punto al huevo, para que no quede muy crudo ni muy cuajado
9) Servimos y decoramos con un poco de parmesano por encima
¡Espero que os guste y os animéis a probarla!
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