
Ya estoy de nuevo por aquí con una receta que os encantará, estoy segura, se trata de un pan de molde con masa madre y harina de espelta y que dejará a la altura del betún cualquiera que hayáis probado antes.
Hace ya tiempo que preparo este pan y he ido variando poco a poco las proporciones para dar con la receta que os comparto hoy y cuyo resultado marca absolutamente la diferencia.
Yo, normalmente, lo preparo en formato pan de molde ya que me aguanta perfectamente toda la semana, hasta que preparo el siguiente; pero también podéis utilizar la misma masa para hacer una hogaza y queda igualmente delicioso.
Os dejaré dos opciones para la receta, con masa madre y sin ella, pero os recomiendo encarecidamente que optéis por la opción de masa madre, ya que le da un gusto muy especial, complicado de conseguir sin ella.
Y, si bien es cierto, que lleva su tiempo conseguir la masa madre, una vez la tienes, se conserva perfectamente en la nevera y se puede utilizar para un sinfín de recetas.
Yo hace ya un tiempo que preparé la masa madre siguiendo los pasos de Ayose, que tiene el paso a paso en sus stories destacadas, aquí os dejo el link. En mi caso, la harina que utilicé es la de espelta, que es la misma que utilizo en la receta de este pan.
Para que os aguante en perfecto estado el pan os recomiendo que una vez frío, lo cortéis en rebanadas y lo guardéis envuelto en un paño en la nevera, es como mejor se conserva sin reservarse y, como conforme pasan los días se endurece un poco, no tendréis problemas para cortarlo
Yo, habitualmente, lo preparo el fin de semana y me aguanta perfectamente durante toda la semana y, os aseguro que es una auténtica delicia, tomar una tostada con este pan cada mañana.

Ingredientes
- 200 gr de masa madre de espelta
- 8 gr de levadura fresca de panadero (si no utilizais la masa madre, poned 20 gr de levadura fresca)
- 300 gr de agua filtrada
- 300 gr de harina de fuerza
- 200 gr de harina de espelta integral
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de miel o sirope de ágave
- 20 gr de pipas de girasol
- 20 gr de sésamo tostado
- 10 gr de sésamo negro
- 5 gr de chía
Elaboración
- Lo primero que haremos es preparar un prefermento para el pan, para ello mezclamos la masa madre con las harinas, el agua un poco templada con la levadura disuelta en ella. Una vez tengamos una masa más o menos uniforme, tapamos el bowl con un paño de tela y dejamos en fermentar durante unos 45 minutos a temperatura ambiente
- Pasado el tiempo, le añadimos el resto de ingredientes y amasamos de nuevo hasta tener una masa homogénea, no hace falta que amasemos en exceso
- Una vez amasado, volvemos a taparlo y dejamos de nuevo reposar la masa tapada con un paño de tela durante unas dos horas a temperatura ambiente. Si veis que la masa se hincha mucho, podéis desgasificarla un poco (se vuelca sobre la mesa ligeramente enharinada y se aprieta la masa con las manos para quitarle todo el aire y que vuelva a su volumen inicial) y volverla a tapar
- Pasadas las dos horas, ponemos a calentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo
- Preparamos nuestro molde para el pan, para lo que os recomiendo uno de este estilo; para ello, lo untamos con un poco de aceite y lo enharinamos con cuidado que no quede una capa muy gruesa de harina
- Desgasificamos de nuevo la masa y hacemos un rollo con ella, no es necesario que lo hagáis con un rodillo, con las manos es suficiente
- Vertemos la masa en el molde, con cuidado que el cierre del rollo nos quede en la parte inferior y hacemos un corte con una cuchilla a lo largo de la parte superior de la masa, así evitaremos que se nos abra por arriba o nos reviente
- Una vez caliente el horno, introducimos el molde y horneamos durante unos 25 minutos, aproximadamente
Si vuestro horno no calienta uniformemente, os recomiendo poner el pan lo más abajo posible, para evitar que se nos queme la superficie, incluso podéis ponerle un poco de papel de horno en la parte superior del pan durante los primeros 15 minutos, así evitamos que se nos tueste en exceso
Si, vuestro horno no calienta mucho y queremos conseguir una corteza crujiente, lo que podéis hacer es a la vez que introducís el molde con el pan introducir un recipiente apto para el horno con agua hirviendo, así con el vapor conseguiremos que el calor no disminuya

Pasados los 25 minutos o cuando vuestro pan ya esté ligeramente dorado, sólo os quedará sacarlo y dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla.
Os aseguro que con este pan vuestros desayunos serán de otro planeta.
Y, por si queréis una receta de pan mucho más rápida, aquí os dejo una receta de pan sin amasado.
[…] si os habéis quedado con ganas de probar otras opciones, aquí os dejo otra más […]