
Hoy os traigo una receta de la que os vais a enamorar, una mermelada de higos facilísima, sin azúcar y deliciosa
Por si no me habéis seguido por Instagram, ayer hice un showwcooking con final fotográfico en Fira Àpat y fue una experiencia increíble, me lo pasé genial y, espero que los asistentes igual de bien que yo, al menos.
En el showcooking preparamos un desayuno con todo el color y el sabor de otoño y enseñé varias recetas que os iré compartiendo en los próximos días y luego haré un post más largo explicando como fue la experiencia y explicando un poco la parte de fotografía.
Pero hoy vamos a dar inicio a este conjunto de recetas, con esta mermelada de higos que veis en la foto, es probablemente, de las mermeladas más fáciles de hacer, no os va a llevar prácticamente tiempo y solo necesitáis dos ingredientes. Además lo mejor es que no lleva nada de azúcar, por lo que es muy saludable y nada empalagosa.
Sin más os dejo ya con la receta, espero que os guste.
Ingredientes
- 350 gr de higos (a ser posible bien maduros)
- 1 cucharada de sirope de coco
Para endulzar, podéis utilizar también sirope de ágave o miel, pero os recomiendo muchísimo, que la probéis con sirope de coco, le da un toque delicioso a la mermelada y no hace que se pierda el sabor del higo, que es lo más rico. Yo el sirope que utilicé lo compré en los supermercados Veritas, pero también lo podéis encontrar en herboristerías o establecimientos de dietética.
Elaboración
- Lo primero que haremos será preparar los higos, para ello, los lavamos bien y miramos de retirar los rabitos y un poco la piel, que suele ser la parte más ácida, así nos aseguramos de que la mermelada quede más dulce. Cortamos los higos en trozos pequeños; no os preocupéis porque queden perfectos, porque luego se nos desharán.
- En un cazo pequeño vertemos los higos cortados con la cucharada de sirope de coco y lo llevamos al fuego a una potencia bajita, para que se haga poco a poco. Con unos veinte minutos más o menos será suficiente, o hasta que veáis que tiene una textura gelatinosa de mermelada y que los trocitos que habíamos cortado se queden bien deshechos.
Si veis que la mermelada os queda muy líquida, le podríais añadir una cucharadita de semillas de chía, que es un gelificante natural que ayudará a que consigáis una textura más gelatinosa; yo en este caso, no la necesité.
Es importante, como os comentaba antes, que los higos sean maduros porque así la mermelada nos quedará mucho más dulzona y con un sabor más intenso.
La mermelada os durará en la nevera en perfecto estado unos 15 días, si es que no os la acabáis antes, porque a mi me duró un suspiro tomándola cada mañana con mi pan casero.

¡Espero que os haya gustado la receta y os animéis a probarla! En los siguientes días os iré compartiendo las otras recetas.
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