Crema de calabacín vegana

Vamos a comenzar la semana y como las semanas comienzan con nuevos propósitos y con una dieta saludable, qué mejor que una crema de calabacín vegana.

Mientras escribo este post estoy escuchando la banda sonora de La La Land, que me encanta y no me canso de escucharla. La verdad es que fui a ver la película sin ningún esperanza puesta en ella y, es que las películas con tantas nominaciones acaban por no gustarme, con lo que las acabo repeliendo; pero esta película me sorprendió muy gratamente y la banda sonora me encanta, me recuerda a los clásicos musicales como West Side Story, no sé qué pensareis vosotros. Así que si no la habéis visto, os recomiendo que lo hagáis, porque a mi al menos me ha sorprendido bastante.

Ahora volviendo a la receta, hoy os traigo una receta más healthy y además me he animado con una receta vegana, aunque no necesariamente tiene que ser así, como os diré. Se trata de una crema de calabacín riquísima y con un toque dulzón, que gustará a grandes y pequeños.

Yo la hecho vegana, ya que he utilizado nata vegetal, pero podéis sustituirla por la nata para cocinar tradicional. De la misma manera, podéis comerla acompañada de unos picatostes o un poco de jamón serrano frito, según vuestras preferencias.

Ingredientes

• 100 gr de cebolla
• 400 gr de calabacín
• 100 ml de nata vegetal
• 400 ml de caldo vegetal
• Sal
• Pimienta blanca
• Nuez moscada
• Aceite de oliva virgen extra
• Medio aguacate (opcional
• Jamón serrano (opcional)

Elaboración

1. Cortamos la cebolla y el calabacín en dados (si queréis que vuestra crema os quede con un color verde más intenso, podéis ponerle parte de la piel del calabacín, siempre que sea de cultivo ecológico y esté bien limpia)
2. Ponemos a calentar una sartén a fuego medio con un chorro de aceite de oliva y añadimos la cebolla, que la pocharemos hasta que se ablande y transparente un poco
3. Una vez pochada la cebolla, añadimos el calabacín y lo sofreímos hasta que se ablande un poco. Si hace falta podéis añadir un poco más de aceite, pero mejor no abusar
4. Una vez sofrito el calabacín, lo pasamos por la licuadora, junto con el caldo vegetal y la cebolla, hasta quede un puré bien fino
5. Una vez tengamos el puré lo llevamos de nuevo a la sartén a fuego medio y añadimos la nata y removemos bien
6. Salpimentamos al gusto y echamos una pizca de nuez moscada y removemos bien durante 5 minutos y ya lo tendremos listo

La podéis acompañar con unos picatostes, con unas tiras de jamón frito o con lo que más os guste, yo en este caso me decanté por un poco de nata para decorarla y aceite.

Si queréis darle un extra de cremosidad a vuestra crema, añadir medio aguacate a la crema justo antes de pasarlo por la licuadora, no os cambiará el sabor y os quedará una crema mucho más cremosa.

¡Espero que os guste y os animéis a probarla!

Y, esta crema puede ser además el entrante perfecto previo a unas Fake Quesadillas ¿no crees? Si no sabes de qué te hablo, pásate a ver la receta que te dejo